Es el aceite más rico en ácidos grasos esenciales, con porcentajes superiores al aceite de onagra o al sésamo y con un alto contenido en vitamina E, incluso superior al del germen de trigo. También tiene grandes cantidades de vitaminas y minerales. Tiene propiedades hidratantes y antioxidantes, por lo que es muy utilizado para la elaboración de emulsiones hidratantes corporales y mascarillas para el cabello.
Muy bueno como aceite base en los masajes, ya que aparte de que beneficia mucho la piel, se absorbe rápidamente y no deja sensación grasa. Por sus propiedades regeneradoras de la piel, combinado con aloe vera, es ideal para después del afeitado, y como champú reconstituyente del cabello combinado con el karité.
El aceite de cáñamo, el que se utiliza en cosmética, se obtiene por primera presión en frío de los cogollos de la planta Cannabis Sativa.
El aceite de cáñamo no contiene THC, la sustancia psicoactiva se encuentra en la resina de la marihuana, por lo que no tiene ningún efecto secundario.
Los productos elaborados con cáñamo además de ser beneficiosos para la piel son siempre biológicos, pues la planta del cáñamo tiene una curiosa propiedad; si se le aplican pesticidas o herbicidas se seca automáticamente, por lo que ya no se puede extraer su aceite para cosmética ni para ningún otro uso.